lunes, 24 de agosto de 2015



La arquitectura del ‘bmx street’

Una nueva perspectiva de Barranquilla proponen quienes la viven a través de los saltos extremos • Los ‘bikers’ se toman la ciudad y buscan hacer de ella una enorme pista de BMX callejero.
El lugar estaba vigilado. No es usual ver bicicletas saltando en las escaleras eléctricas de un centro comercial, pero el truco ya estaba planeado y hasta ejecutado en la mente de Andrés López, uno de los más de 200 bikers que se calcula hay en Barranquilla.
Solo le bastaron un par de segundos, un guardia despistado en un parqueadero, osadía y atrevimiento para deslizarse con éxito por los rieles urbanos. Y luego, en ese instante en el que la ‘bici’ se separó de su dueño durante el vuelo, Andrés sintió lo que él mismo explica como “la sensación de romper la gravedad”.
El asunto es que también rompe las normas. En la ciudad hay escasos escenarios con las características para desarrollar esta actividad extrema y sus practicantes recurren a otros espacios y retos en la urbe. “No hay límites ni trucos imposibles”, coincide un grupo que escucha la anécdota de López en un bordillo en el Parque Venezuela. Ellos, los bikers de barrio y de calle, que pedalean por la ciudad en busca de rampas en andenes y circuitos en bulevares. Aunque solo en algunos lugares lo tengan permitido (Parque Venezuela, Simón Bolívar), y solo allí los policías no representan un obstáculo, la idea es convertir toda la ciudad en su pista.
“Nos pasa que, mientras vamos en el bus o caminando por la calle, vamos localizando lugares para luego regresar y hacer los trucos”, explica Luis Tinoco, de 25 años. “Siempre voy mirando las aceras y las terrazas y es curioso porque, mientras el resto de gente va pensando en quien sabe qué, nosotros solo estamos en busca de nuevas metas”.
— ¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y yo? — Me pregunta de pronto, con un tono desafiante, Jarroth Saurith, otro biker que interrumpe a Tinoco.
— Que eso que piensas que es un pasamano, para mí es un riel de deslizamiento, y la ciudad, es realmente una pista enorme — Responde con anticipación Jarroth.
¿Fácil? Se necesita una combinación de resistencia física, coordinación, agilidad y mucha práctica. También, casco, rodilleras y coderas, que brindan seguridad al ejecutar trucos.
Las bicicletas deben ser de tamaño pequeño y de material liviano, según explican quienes practican este deporte. Generalmente las ruedas tienen un diámetro de 20 pulgadas y el cuerpo de la ‘bici’ es fabricado con acero cromado o aluminio. El tipo de neumáticos varía de acuerdo con las necesidades, al igual que el tipo de frenos. Para el principiante, lo recomendable es una BMX de 48 rayos de estilo libre, con un sistema de tracción lineal de frenado sobre la rueda trasera. 
En la modalidad Freestyle es común el uso de pegs, tubos de metal o de plástico resistente que se utilizan para efectuar trucos que involucren apoyarse en los ejes de las ruedas.
Personalizar la ‘bici’ es cuestión de gusto, al igual que el atuendo. Lo único a tener en cuenta es llevar tenis de suela dura y ropa cómoda, y medidas de protección, que paradójicamente no lleva hoy ninguno de los bikers.
“No importa cómo te vistas”, dice Jaroth, que a pesar de llevar jeans ajustados, parece no tener ninguna dificultad para realizar saltos extremos.
Lo que sí es un obstáculo difícil de superar, y no solo para Jaroth, Andrés y Tinoco, es el riel de los prejuicios, que se antepone ante ellos, ocasionándoles más de un altercado. “Mucha gente nos trata de vagos, vándalos y demás. Queremos que nos acepten. No somos eso que algunos creen, solo vemos la vida desde otra perspectiva. Pero acá todos estudiamos, somos gente trabajadora que monta bici”, dice Luisfer Núñez, que estudia Comunicación Social en la Universidad del Norte.
El debate está abierto. La modalidad Street trasciende del deporte a las vidas. Son bikers, solo a pocos lugares van sin su ‘bici’ y solo desean “encajar”. Aunque no hay normas en su contra, no todos ven bien que los pasamanos sean tomados por llantas. El BMX callejero, que propone ver la ciudad de manera distinta, tiene solo un truco que no ha podido descifrar: la total aceptación.
Bunny Hop (caballito)
Es el salto básico del BMX. Para hacerlo se debe elevar el manubrio y se empuja hacia adelante mientras se recogen los pies para dejar que la bicicleta suba. Es el truco más sencillo de aprender y de él se derivan otras acrobacias.
No hander (sin manos)
Como lo dice su nombre, en este truco se deben quitar las manos del manubrio mientras se está en el aire. El marco de la bicicleta se asegura con las rodillas para que ésta no se mueva. Es conveniente acercar el manubrio a la cintura.
Barspin
Consiste en impulsar el manubrio para que gire completamente y volver a agarrarlo. Para hacer este truco suele ser necesario estirar las piernas y echarlas hacia detrás para darle espacio al manubrio. La silla debe sujetarse bien.
Tobogán
Para efectuar este truco aéreo se debe echar el cuerpo hacia atrás mientras se realiza el Bunny Hop, sujetando con una mano el extremo del manillar girado a 90°. Es un salto de mucho equilibrio debido a que es fácil caer para atrás.
Tailwhip
Se trata de darle un giro de 360° al marco de la bicicleta sobre el manubrio y volver a colocarlo entre las piernas. Se consigue empujando al marco con un pie y luego haciendo un movimiento circular con los brazos. Todo en el aire.